Una dentista trucha expone a sus “pacientes” al riesgo de contagio de Coronavirus: Fue denunciada por el colegio de odontólogos de Luján

DENUNCIAS POR PRESUNTO EJERCICIO ILEGAL DELA MEDICINA

La mujer que fue denunciada ante la Fiscalía por parte el Colegio de Odontólogos de la ciudad de Luján incurriría en el delito de “ejercicio ilegal de la medicina”, puesto que “no tiene matrícula habilitante para ejercer como odontóloga y su consultorio no está habilitado para atender a pacientes”, según nuestras fuentes. Ya que “Ximena Montes es mecánica dental, y los mecánicos dentales tienen prohibido tocar a pacientes, porque solo son asistentes de dentistas, y esta mujer no lo es”. El consultorio está armado dentro de un lavadero, al costado de la cocina de su casa, sin habilitación y sin los cuidados que corresponden al cuidado de los contagios del Coronavirus.

La denunciada por el presunto ejercicio ilegal de la medicina es Ximena Montes, quien atendió en sus propios domicilios a sus “pacientes” (clientes), los visitaba casa por casa, además de convocarlos a “su consultorio”, el que estaba instalado en varias direcciones de la ciudad de Luján, por ejemplo en la calle Saavedra 332 y en Mariano Moreno 735, y actualmente se encuentra su sillón de odontología en Hipólito Irigoyen 1441. Sillón que está instalado dentro de una especie de lavadero, al costado de la cocina-comedor y junto a un baño, “sin la correspondiente habilitación, ni capacitación profesional necesaria, ni matrícula habilitante para tratar a ningún paciente”, expresaron nuestras fuentes.

Esta una mujer “denunciada por ejercicio ilegal de la medicina y curanderismo” resulta ser muy escurridiza para los profesionales del sector, puesto que le habían perdido el rastro. Debido a que la última vez que la contactaron fue en la calle Mariano Moreno, justo en la vereda de enfrente a apenas unos 15 metros del Colegio de Odontólogos, cuando la ahora expresidente de la entidad la odontóloga María Rita Milenese, acompañada por un testigo, el odontólogo Juan Carlos Vito, cruzaron la calle para corroborar las denuncias que habían recibido en el Colegio, acerca de la presunta comisión del delito en las artes de curar.

A partir de esa inspección, el tema se trató y se labró un acta entre los integrantes de la Comisión del Colegio de Odontólogos, puesto que ante la inspección realizada por Milanese y Vito había sido positiva, quien los atendió en el domicilio de la calle Mariano Moreno habría sido Ximena Montes: “Golpeamos la puerta, nos abrió, y estaba vestida con un ambo. Y eludió cada pregunta que le hicimos”, manifestó la doctora Milanese. Pero, al poco tiempo de realizada esa inspección esta mujer junto a su pareja, el periodista Gustavo Miano, desaparecieron del lugar, domicilio donde atendían a muchos integrantes de la comunidad gitana, y el Colegio no pudo encontrarlos nuevamente.

Incluso, de la casa de la calle Mariano Moreno “Ximena y Gustavo se fueron sin pagar algunos meses de alquiler”, puesto que “Gustavo Miano empezó a decir que se había caído en un pozo en el patio del fondo, empezó a mandar cartas documento al dueño de la casa, diciendo que era ¨un vicio oculto¨, y así zafó un tiempo del alquiler. Y juntó guita como para irse a vivir otro lugar”, según nuestras fuentes. Una situación que el periodista Miano jamás contó entre su círculo de amistades. Nunca comentó que se había lastimado o que no podía caminar o que había sido afectado por alguna caída, en esos tiempos siempre se lo vio andar normalmente en su descangallada motocicleta.

Pero, pasaron unos meses, y en el Colegio de Odontólogos aparecieron nuevas denuncias contra Ximena Montes, que instaló su “consultorio” en esta ocasión por lo menos un poco más lejos de esta entidad que regula la actividad de los profesionales, y comenzó a atender al costado de la escuela de comercio de nuestra ciudad, en una casa que al igual que en anteriores ocasiones es su vivienda particular, ubicada en la calle Hipólito Irigoyen 1441, lugar donde también atiende a sus “pacientes”, según los relatos de vecinas que la conocen.

Incluso en las inmediaciones de un anterior domicilio, en la intersección de las calles Rivadavia con Urquiza y Saavedra, a Ximena Montes la identificaron como “la dentista del barrio”, ocupándose de colocarles en su consultorio o en sus propios domicilios los dientes postizos a las chicas del barrio. Lo que podría tomarse como una acción solidaria, y en la búsqueda de mejores sonrisas, “por lo menos para que tengan el comedor completo”, expresó un vecino.

Sin embargo Montes no lo haría de manera gratuita, sino cobrando acomodadas sumas de dinero. Además de tener promotoras barriales, en una especie de sistema de venta de Tupperware (recipientes plásticos donde mete sus herramientas de trabajo), puesto que ante nuestra consulta periodística, argumentando de que buscábamos a una odontóloga en el barrio, la propietaria de un local comercial de venta de alimentos para perros y gatos, inmediatamente la llamó por celular, avisándole de que alguien necesitaba de sus labores cuasi “profesionales”, recomendándonos esta buena vecina a “la dentista del barrio”, poniendo de testigo a otra vecina que se encontraba en el lugar, la que refirió “Ximena a mí también me puso los dientes, y a mí mamá también”, lo que daba garantía de una atención personalizada por parte de esta mujer denunciada por carecer de una matrícula habilitante para el ejercicio de la medicina.

Por otra parte, una vecina identificada como “Laura”, domiciliada en la calle Saavedra 365, manifestó haber sido atendida ella y su hijo, en el “consultorio” de Ximena Montes dela calle Saavedra 332, pero manifestó que lamentablemente Montes como su odontóloga de cabecera “dejó de atender porque ahora se dedica a la política”, aunque desconocía si la denunciada se había convertido en diputada o senadora (en realidad Ximena Montes fue candidata a concejal en 2019, pero los números no le dieron como para alcanzar una banca en el Concejo Deliberante de Luján), pero sí recordó que su marido era periodista, que hacía un programa de radio, y que “ahora también se dedica a la política”.

Lo cierto es que Gustavo Miano ni siquiera fue candidato a nada, nunca que nosotros sepamos, solo se convirtió en el promotor de su mujer tratando de meterla en cuanta lista se armara en Luján, sin que importe el partido. Teniendo “la esperanza de ser secretario de bloque” de su esposa Ximena, si hubiera alcanzado un escaño.

En este contexto debemos mencionar que, Gustavo Miano dejó de hacer periodismo para convertirse en el mayor y mejor militante político de su esposa Ximena Montes, a quien en su momento conoció haciéndole entrevistas puesto que Ximena antes también había sido candidata a consejera escolar, estando ellos con sus respectivas parejas, y al parecer las convicciones por la política lo local los flechó a ambos, aunque ninguno de los dos es nativo de nuestra ciudad. En el caso de Miano es de la ciudad de Mercedes, y de Montes desconocemos su real origen.

Entonces, en este momento la denuncia es tramitada por la Fiscalía dela ciudad de Luján, y está cargo de la Fiscal Laura Cordiviola, quien prestó atención a lo denunciado por el Colegio de Odontólogos, dado que no solo se trataría de un ejercicio ilegal de la medicina, sino que en este contexto de pandemia, incurre en otras irregularidades por atender a pacientes en un lugar NO habilitado y por NO cumplir con los protocolos de rigor en medio de una cuarentena, la propia Ximena Montes podría estar infectando a personas en su “consultorio” con Coronavirus. Es decir que lo que critica en su programa virtual el periodista Gustavo Miano, acerca de los afectados por el Covid 19 y el supuesto colapso del Hospital de Luján, bien podría estar colaborando desde su propia casa como para que las cosas se den de tal manera.

Miano no es ajeno a las actividades irregulares de su pareja Montes, en primer lugar porque los “pacientes” son atendidos dentro de su propia casa, al costado de donde él come y duerme, además de ir al baño. Y además porque él mismo se encargaba de contar que realizaba viajes a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires compras de insumos en diferentes proveedores, para las atenciones odontológicas de su pareja, quien sería solo mecánica dental (algo que tampoco está acreditado fehacientemente), no tratándose de “una de las mejores odontólogas de Luján”, tal lo refería a muchos de sus amigos. Incluso asegurando que “Ximena es mejor odontóloga que Adriana Rodríguez Oviedo y que Marcelo Musso”.

En este sentido, consultamos a varios odontólogos y referentes políticos de nuestra ciudad, y entre otros comentarios que registramos, nos dijeron: “Yo pensé que Ximena Montes era odontóloga. Siempre me hablaba de ¨colega¨, y en la charla hablaba con terminología profesional, me hizo creer que era una profesional”. Pero, lo extraño del caso es que en ninguna nota aparecida en las redes sociales en diferentes momentos y sobre las distintas candidaturas de Ximena Montes se menciona nada acerca de su supuesta carrera profesional, aunque sí en reuniones barriales “se presentaba como odontóloga, y la gente la aplaudía”, incluso una de sus promesas de campaña entre los vecinos de una sociedad de fomento fue que “iba a hacerles odontología a los chicos y a los pobres (gente mayor de edad, ancianos), y nos dijo que le juntemos mujeres para hacer militancia para ella, y juntamos a unas cuantas, y recorríamos el barrio”, “Y la promesa era que ella no iba a cobrarles nada por hacerles de dentista”. Pero, la noticia acerca de las denuncia realizada por el Colegio de Odontólogos sobre el presunto ejercicio ilegal dela medicina cayó como un piano sobre la cabeza de algunos vecinos que fueron consultados a los efectos de tomarles testimonio. Grabaciones de audio y video que quedaron a disposición de la Fiscal Cordiviola, quien por estos días estaría tomando declaraciones a los testigos de estos actos de presunto “curanderismo”, por parte de Ximena Montes, con la complicidad de su pareja-esposo Gustavo Miano, el combativo periodista.

Miano cayó en desgracia en el mes de marzo, cuando fueron corroboradas las sospechas de su tremenda mentira, de andar diciendo que su esposa era “una de las mejores odontólogas de Luján”, sin siquiera tener Ximena Montes una matrícula ni contar con un consultorio habilitado por el Colegio de Odontólogos del Distrito 5to, que preside el doctor Ángel Garce; ni tampoco habilitaciones ni controles sanitarios ni protocolos de funcionamiento y dela protección de la salud de parte del Círculo de Odontólogos que preside el doctor Martín Cepeda, por lo que este periodista se quedó sin poder hacer transmisiones de radio, como lo hizo durante más de treinta años en nuestra ciudad. Él eligió ponerse a hacer política, pero política de la mala, la misma que siempre había criticado. De hecho, en las últimas semanas Gustavo Miano en el programa que hace por medio de una aplicación de celulares, ya que se quedó son poder hacer transmisiones radio de la manera habitual, tal como lo había hecho en más de treinta años, tiene de columnistas por ejemplo a los concejales Fernando Casset y Daniel, Curci Castro, ambos dela Unión Cívica Radical, que son los mismos que fueron denunciados por actos de corrupción, integrantes de un grupo de dirigentes que promovían las malversaciones de fondos públicos, que daban excepciones al Plan Regulador a troche y moche, ¿Y ahora son sus socios mediáticos?, incluso dicen nuestras fuentes que el concejal Curci Castro le estaría pagando para que haga campaña por él dentro de la interna de la UCR local: “Miano mordió banquina desde que eligió ponerse a hacer política”, dicen los consultados.

Es que, al parecer “al conocer a Ximena Montes se juntaron el hambre y las ganas de comer”, y Gustavo Miano vio la veta no solo de vivir mejor junto a su nueva esposa, la  “odontóloga trucha”, sino de aspirar a ser parte de la dirigencia política local, vaya uno a saber con qué intenciones, porque a la vista queda que manipuló las cosas para lograr impunidad, sin que sus amigos (incluidos los periodistas) supieran de cómo venía la mano, pero la mentira tiene patas cortas.

Por mencionar una de nuestras fuentes, el visitador médico Danilo Burella fue quien visitó en el “consultorio” de la calle Saavedra 332 a Ximena Montes en varias oportunidades, y en una ocasión solicitó a esta “odontóloga” su matrícula, por lo que Montes dio un número, el que al ser cargado de la base de datos del Laboratorio Bernabó “NO estaba ocupado por nadie, ese número jamás había sido usado por un profesional”, lo que le resultó muy extraño a Burella, quien alertado de esta situación decidió dejar de visitar a Montes y denunciar la situación irregular al Colegio de Odontólogos de Luján, donde las secretarias del lugar le confirmaron que “es una mecánica dental que fue denunciada varias veces”.

Incluso, otra fuente consultada fue una mujer joven, identificada como “Mora”, fue quien confesó haber sido atendida en la colocación de algunas piezas dentales por parte de Ximena Montes, en los tiempos en que ésta mujer denunciada atendía en la calle Saavedra 332, cuando Montes convivía con una anterior pareja, hombre que dio testimonio sobre que Ximena Montes atendía a personas dentro de su casa. Y, al parecer, pasado el tiempo, cuando la denunciada se enteró que esta chica morocha había tenido o seguiría teniendo una relación con su actual pareja Gustavo Miano, tomó a los golpes al periodista. Y por lo que recordamos fue una paliza fenomenal.

De hecho, ese día Miano apareció todo golpeado en la radio, parecía un loro agarrado a escobazos, anduvo dos días con lo puesto, por lo que tuvimos así varios testimonios de parte de diferentes personas que Montes resultaría transformarse en una persona violenta luego de ingerir alcohol, según nuestras fuentes, presumiblemente ejerciendo violencia de género en contra de sus parejas, incluido su promotor político, el reconocido personaje mediático que es recordado por parte de la dirigencia local por cantar un tema denominado “Noelia”, en cada asado de despedida de año del que participaba, con su camisa negra con cuello tipo Mao.

Todo lo narrado, y que constan en grabaciones y videos realizados durante esta investigación, nos da a pensar que si Ximena Montes no cuida a sus propias parejas con las que convive, ¿por qué deberíamos pensar que puede preocuparse por la salud de sus “pacientes”?

Desde lo periodístico esperamos acciones concretas de parte de la justicia, porque más allá de que como escuchamos en algún ámbito que “cada quien es responsable de dónde se mete, y sabe que se puede contagiar del Coronavirus u otras enfermedades”, lo cierto es que el ministerio público debe como tal aplicar la ley, la que en este caso la estarían violando una mujer y un periodista, haciendo negocios presumiblemente ilegales, por lo que la fiscalía deberá hacer desfilar a muchas personas que fueron propuestas como testigos del presunto ejercicio ilegal de la medicina y el curanderismo.