EL CLUB DE TENIS TERMINA DESFORESTANDO PARTE DEL PARQUE SAN MARTÍN, ADUCIENDO QUE LOS ÁRBOLES SON PELIGROSOS PARA LOS CHICOS

Con esos conceptos deberían talar todo el Parque San Martín, uno de los pulmones que tiene nuestra ciudad. Solo por el hecho de que los árboles son peligrosos para quienes están cerca, en caso de que causa una rama.

MIRÁ EL VIDEO:

https://www.facebook.com/100044535125645/videos/pcb.385390872955414/211007467545247

En este caso, desde hace un tiempo a esta parte, el Club de Tenis ha optado por talar desde las raíces a los grandes eucaliptus que había en el lugar, y si bien su actual presidente, Ángel Améndola, justificó la medida, no queriendo ser entrevistado abiertamente, nos manifestó en una reunión que mantuvimos que no es cierto que esta entidad deportiva quiera usar el espacio para hacer más canchas. Y atribuyó la decisión de la Comisión Directiva en ofrecer más seguridad ante el “cambio climático”. El que justamente se produce por las desforestaciones, entre otras razones.

https://www.facebook.com/100044535125645/videos/pcb.385390872955414/211007467545247

Lo cierto es que más allá de que los Eucaliptus tienen generosas dimensiones en el Parque San Martín, bien podrían ser cortados a alturas prudenciales o ser reemplazados en el mismo lugar por otro tipo de árboles menos “peligrosos” para la continuidad de la especie humana sobre esta tierra, pero, la decisión es talar, de desforestar este espacio cedido por la municipalidad de Luján, con tal de no correr riesgos. Entonces, bien podrían cortar todas las plantas del parque y listo ¿no?

La entrevista que mantuvimos con Ángel Améndola, como responsable máximo de la entidad, si bien fue con absoluto respeto, fue subiendo de tono, ya que no aceptaban críticas, cuando a las claras muchos árboles históricos fueron derribados y cargados en camiones, y Améndola ni siquiera pudo detallar cuánto le pagaban al encargado de cortar miles de kilos de leña, ya que al parecer el negocio es dar la leña en pago de las labores. Es decir, que todos los lujanenses, porque se trata de nuestro patrimonio, pagamos para desforestar al parque San Martín.

Hay sobrados ejemplos de entidades deportivas que han optado por irse más lejos del centro de Luján, tal el caso del Club Luján, que armó su cancha fútbol a la vera de la traza de la ruta 5, en el barrio San Emilio, y el Club de Rugby armó las canchas de Hockey y Rugby en la ex ruta 7, en el kilómetro 70, lo que demuestra que el Club de Tenis quedó detenido en el tiempo, creciendo a los codazos dentro del Parque San Martín, cuando fue confesado incluso por el propio Améndola que cada vez va menos gente al club de Tenis, porque los barrios cerrados tienen sus propias canchas, y la gente no asiste al club, porque les es más cómodo jugar en su lugar de convivencia, los clubes de campo, los denominados countrys.

Entonces, toman cada vez más peso las afirmaciones delos vecinos de la zona, quienes ven que se cortan árboles de generosas dimensiones e históricos, quienes aseguran que: “el club de tenis se convirtió en un club de jubilados, que se juntan a cenar los días de semana en el buffet, y a pelotear un poco los sábados y domingo. Ya no es lo que era antes”. Y, es evidente que el club de tenis crece volteando árboles, con tal de no tener que hacerse cargo de conseguir su propio lugar donde funcionar, tal como lo hicieron los otros clubes locales.

Améndola detalló que según un convenio firmado con la municipalidad, por cada árbol que saca debe poner seis árboles. Y consultado acerca del lugar donde plantar esos nuevos árboles, manifestó que los pondrían junto a las veredas. Es decir que el club por cada árbol que tala, gana espacio interno, y así donde queda llano el terreno bien podrían armar nuevas canchas de tenis, para que menos gente vaya a jugar, según sus propios dichos. Pero, ante nuestras consultas y nuestras críticas por cómo se conduce su comisión directiva, nos prometió de donde se sacaron árboles en el mismo lugar plantará Ibirá Pitá y Lapachos rosados, según el convenio firmado con la municipalidad de Luján. Aunque nos permitimos dudar de sus palabras. Pero, el ingeniero industrial Ángel Améndola tiene la posibilidad de demostrar que las especulaciones de los vecinos y de nosotros como periodistas no tienen asidero.

¿Será así?