Muy pesada causa: El “periodista” Fabián Pérez no puede pedir la eximición de prisión

Porque una condena por un caso como el que lo acusan se ubica entre 8 y 20 años de cárcel.

El “periodista” Fabián Pérez podría enfrentar una condena de entre 8 y 20 años de prisión, de comprobarse la comisión del presunto delito de acoso sexual contra una menor de edad, y abuso sexual agravado por el vínculo, dadas las denuncias penales que obran en su contra en sede judicial.

La denunciante declaró por más de 4 horas en la Fiscalía 10 de Luján, a cargo de la Fiscal Laura Cordiviola, quien según nuestras fuentes trata al expediente en la condición de “un delito agravado por el vínculo”, por lo que el denunciado “periodista” Fabián Pérez podría quedar detenido en breve, puesto que si bien estaba ajustado a derecho, por lo que él y sus abogados presumían con una posible condena de entre 3 y 8 años de cárcel, “la cosa cambió y mucho”. Dado que el juez interviniente avaló todo el trabajo de investigación de la Fiscal y la condena podría ubicarse entre 8 y 20 años de cárcel.

A Pérez se le vendría un oscuro panorama encima, y algunas fuentes presumen que hasta “puede fugarse porque no tiene la posibilidad de eximición de prisión”, dado que la causa que se tramita “es por abuso agravado por el vínculo, así que con una condena como esa no le sirven las eximiciones de prisión que hicieron dos abogados diferentes. En todo caso si lo detienen van a tener que tramitar una excarcelación. Pero ya con Pérez del lado de adentro”.

Es que no tardaron en llegar los testimonios de parte de otras mujeres, mayores y menores de edad, que también aseguran haber padecido acosos por parte de Fabián Pérez, siendo damas que aseguran que no se lo podían sacar de encima por su insistencia: “Si hasta le dije que era un asqueroso, que no me gustaba, que se dejara de molestar”, indicó una de las fuentes, mientras que otras declaraciones indicaron: “Se la hablaba a mi nena, y yo lo tenía que cortar en seco. Porque yo sabía para qué venía”, tratándose en este caso de una mujer que cuidaba a su hija menor de edad del presunto avance de Fabián Pérez, uno de los responsables del portal de noticias Luján en Línea, un espacio noticioso en el que hasta el momento nada se ha mencionado al respecto de este caso, cuando bien podrían aclarar cualquier situación que no se condijera con la realidad. Al menos sentando una posición los socios periodísticos de Pérez. Porque se supone que trabajan por la verdad, ¿son “periodistas”, no?

A pesar incluso de nuestras consultas telefónicas, nada han dicho, prefieren callar a contrapelo de lo que le sucede a la denunciante, la que todos los días obtiene el reconocimiento de parte de otras mujeres del ámbito de la Universidad de Luján, que la felicitan por su valiente actitud de denunciar y mostrar públicamente todo el material que se viralizó sin su consentimiento en las redes sociales entre amigos y compañeros de trabajo, fotografías que Fabián Pérez le tomaba mientras ella dormía, imágenes que luego Pérez compartía en grupos vía Whatsapp, tal como declaró la presunta víctima en su testimonial de más de 4 horas en la Fiscalía.

De hecho, todos los que recibían esas imágenes deberán ir a declarar, porque “ellos están identificados”, ante la realización de un juicio, jurando hablar con la verdad sobre quién les enviaba las fotos, los videos y los audios que hacía Pérez en la intimidad de su domicilio, registros digitales que fueron encontrados por la denunciante en el teléfono de Pérez, un día que éste se descompuso y casi se desmaya, aparentemente por la ingesta de pastillas y champagne.

Ante su estado de salud, el denunciado desbloqueó su celular para que su nueva pareja enviara un mensaje a la ex esposa de Pérez, avisándole que no podría llevar a sus hijas a la escuela por la mañana, y a la vez al momento de querer enviar un mensaje similar a sus compañeros de trabajo, avisando que este “periodista” no iría a trabajar, para que lo cubrieran frente al micrófono, la mujer al abrir el Whatsapp se encontró con fotos en las que se reconoció a sí misma, sobre una cama, dormida y casi desnuda, por lo que se reenvió esas fotografías y todas las grabaciones a sí misma, para resguardar todo lo que la estaba sorprendiendo. Imágenes y archivos que presentó como prueba en la Fiscalía, de lo que habría padecido en su convivencia con Fabián Pérez durante casi un año. Presuntamente una mujer sometida en lo que pensaba que era amor, pero habrían sido otras las intenciones de este hombre sobre ella, dado que según las declaraciones realizadas en Fiscalía, “Fabián Pérez le mandaba mensajes a su hijastra invitándola a viajar a la costa, para que sea su puta”, según fuentes oficiosas.

Ese episodio de hallazgo de fotografías íntimas y las discusiones mantenidas con Fabián Pérez sobre lo descubierto, habría sido el detonante de un presunto abuso sexual, y ello “fue lo que la hizo reaccionar”, según nuestras fuentes. Puesto que permanentemente habría sido amenazada esta mujer, “obligándola a hacer barbaridades”, con el aparente chantaje de que la haría echar del trabajo que tiene como productora, una función que cumple hace 10 años en la radio de la Universidad de Luján, aunque en su habitual condición de trabajadora de la Planta Transitoria, a pesar del tiempo que presta servicios allí.

Averiguamos sobre esta situación de estar eternamente en la Planta Transitoria de la Universidad, sin una estabilidad concreta en un trabajo de la estructura laboral del Estado nacional, y por qué podría darse esta modalidad irregular, puesto que siempre están pendientes los trabajadores de que les renueven los contratos.

Pero sería algo habitual, lo que a muchos les serviría (tanto autoridades como a los sindicalistas) para presionar, para condicionar y/o acosar a las mujeres, en esa casa de altos estudios, según los testimonios que recogimos durante nuestra investigación. Acosos que hasta habrían sido grabados por las víctimas con sus teléfonos celulares. Y, quizás por todo esto sería que existiría una cadena de encubrimientos, por la que NO se puso en marcha el Protocolo de Defensa de la Víctima, una situación que las autoridades de la Universidad NUNCA quisieron aclarar ente nuestras preguntas.

Es que de hecho JAMÁS logramos ser recibidos por NINGUNA autoridad de la Universidad de Luján, a pesar de nuestras claras intenciones de charlar formal o informalmente sobre esta pesada causa, la misma causa penal de la que “se negaban a recibir copia de las denuncias por mesa de entrada”, hasta donde pudimos averiguar. Es más, hasta se enojaron con nosotros en una conversación telefónica, cuando como periodistas mantuvimos una charla con el responsable del área de Comunicaciones, cuando justamente debiera estar abierto este reprochable funcionario, ni más ni menos que a comunicar de todo esto.

¿O acaso no es ejemplo de la Lucha Contra la Violencia de Género la Universidad de Luján?… Pues, no lo han demostrado con efectividad. Mal que les pese.

De lo que resulten las investigaciones judiciales, todo está por verse, por lo que se vienen tiempos en los que los amigos y los compañeros de trabajo de Fabián Pérez, e incluso las autoridades de la Universidad de Luján, comenzarán a desfilar por las escalinatas de los juzgados de Mercedes, dado que en muchos casos aún tienen que dar explicaciones concretas, acerca de la NO puesta en marcha del Protocolo de Defensa de la Víctima. Porque que a casi un mes de haber tomado conocimiento de las denuncias nada contundente hicieron en defensa de una trabajadora de la Universidad, siendo paradójicamente una casa de altos estudios en la que permanentemente se presentan libros y se recita todo lo referido a las Víctimas de Violencia de Género, sin embargo en este caso al igual que en otros, miraron para el costado. Porque curiosamente se dio la situación en la que presentaban un libro en Defensa de las Mujeres Violentadas en un pabellón de la Universidad, a la vez que Fabián Pérez estaba al aire de la radio, mientras que la denunciante debía quedarse en su casa, en soledad, con la presión psicológica de que en la Universidad por mesa de entrada nadie le recibía copia de las denuncias penales que se instruían en la Fiscalía y que desde el área de Defensa de la Víctima de la Municipalidad de Luján se había asesorado a la denunciante. Es decir que el Estado municipal se ocupaba de lo que ocurría a una mujer mientras que el Estado nacional se ponía del lado del denunciado. Muy curioso. Reprobable.

De hecho, en medio del escándalo desatado por nuestro informe periodístico, Fabián seguía como Pérez por su casa, al aire en la radio de la Universidad Nacional de Luján, haciendo un patético programa sin ningún inconveniente ni reparo de parte de las autoridades de Universidad, ni siquiera de las autoridades de la propia emisora de radio al menos, con el programa de siempre, el mismo que desde hace años hace por su cuenta y orden, utilizando la radio de la Universidad de Luján para promocionarse con su página web, del mismo modo en que hace notas comerciales a empresas particulares y a candidatos políticos amigos, los mismos que pautan generosamente en sus plataformas de Internet. Pero todo realizado desde una emisora PÚBLICA, perteneciente al Estado nacional.

Es decir: Que hacía negocios personales Fabián Pérez, desde la Radio UNLu 88.9 Mhz, y de hecho entrevistaba a su por entonces esposa, de la ahora se encuentra divorciado desde hace ya tiempo, promocionando el prestigioso colegio privado donde ella presta servicios, un establecimiento educativo que cobra una de las cuotas más altas en la región. Es decir que promocionaba un colegio privado caro desde una Universidad pública.

Todo este panorama dejaría al descubierto al menos el perfil “comercial y de conveniencia política” de Fabián Pérez, que desde la radio de la Universidad de Luján cómodamente operó por años en beneficio propio, habiendo sido secretario de prensa de la Diputada María Inés Fernández y hasta Director de Prensa de la ex intendente Graciela Zulema Rosso, en tiempos en los que corrían y amenazaban de muerte a periodistas. Pero no somos rencorosos, solo tenemos buena memoria. Entonces, este tipo de persona es Fabián Pérez, al menos es nuestra humilde opinión como trabajadores de prensa.

Así que resta ver qué sucede en el ámbito de lo judicial, donde la cosa no le está yendo bien a pesar de todos los billetes verdes que le habría pagado al segundo abogado que lo escuda, puesto que al que primero que lo asesoró “lo dejó en banda y sin pagarle ni un solo dólar”. Por lo que, si todo lo que se ha denunciado es cierto, y se comprueba la gravedad con las que fueron narradas las presuntas situaciones de abuso sexual con acceso carnal, además con violación de la intimidad de su pareja, mostrando imágenes a otros hombres, y presuntamente sometiendo a la denunciante bajo la amenaza de dejarla sin trabajo en la radio, por la influencia que él tiene o tenía en la Universidad, se cumpliría entonces la carátula de “abuso sexual agravado por el vínculo”. Así que, de esta manera, podría Fabián Pérez quedar encarcelado entre 8 y 20 años, según lo que dice el Código Procesal Penal de la provincia de Buenos Aires, lo que “se compara con un homicidio”, según lo que se especifica en el artículo 119, y además en los artículos 169 y 169 bis.

Cabe mencionar que la presunta víctima ha denunciado además que, en horas de la medianoche/madrugada en días pasados, le han ido a tocar insistentemente el timbre de su domicilio, y que además encontró una maceta rota, la que fue arrojada contra la pared de donde vive, en un episodio que podría haber quedado filmado por las cámaras de seguridad de los vecinos del barrio, y además por las cámaras de seguridad del circuito del Centro de Monitoreo de Luján, pudiendo estos archivos ser agregados a la causa, según nuestras fuentes. En el contexto de que este viernes a la denunciante le informaron desde la justicia que por 60 días más Fabián Pérez tiene una restricción perimetral ampliada, y no puede acercarse a la denunciante, la que cuenta además con un botón antipánico.

¿Por qué Fabián Pérez, siendo periodista, no sale a contar públicamente lo que él crea conveniente, para aclarar las cosas?

… El que calla, otorga!