De esta manera se expresan los vecinos de nuestra ciudad que se ven impedidos de circular libremente, ante las protestas de los trabajadores de la Clínica San José Obrero, que “incendian gomas sobre el asfalto que tenemos que pagar entre todos”.
Todos tienen derecho a las manifestaciones en lo referido a la protección de los derechos de los trabajadores, lo que no tienen derecho es romper, incendiar o alterar el Patrimonio de nuestra ciudad, en este caso el asfalto o pavimento de la calle donde queda ubicada la Clínica San José Obrero, porque: “incendian gomas sobre el asfalto que tenemos que pagar entre todos”, comentan los vecinos consultados, cuando detectamos el malestar entre quienes no podían pasar por el lugar con sus vehículos.
Lo mismo ocurrió en la ex ruta 7, cuando los trabajadores de “una empresa que no está habilitada como Expoladrillos”, se manifestaron ante una clausura de parte de la Municipalidad de Luján. Es que, según nuestras fuentes, las infracciones labradas en contra de este corralón de materiales tendrían que ver con un uso no apropiado de tierras que no le pertenecerían a la vera del río Luján, en zona inundable, por lo que ante la gran cantidad de materiales acumulados en ese sitio no dejaría escurrir las aguas en caso de intensas lluvias. Y, como modo de protesta quienes prestan servicios en esa empresa incendiaron gomas.
Dicho en otras palabras, los empleados de Expoladrillos y de la Clínica San José Obrero rompen lo que el resto pagamos. Algo que no es bien visto por la comunidad en su conjunto. Repetimos, que están en todo su derecho de declamar lo que se les antoje, pero, no de romper, dañar o alterar lo que pertenece también al resto de los vecinos. Porque, ante una rotura en la cinta asfáltica, ante un motociclista o ciclista que cae al piso, o ante un tren delantero o amortiguador roto, MÁS ALLÁ DE QUE LA GENTE PUEDE MORIR,… ¿Dónde VAMOS A RECLAMAR? ¿A la Clínica San José Obrero o a Expoladrillos? Por nombrar a estos casos, aunque abundan ejemplos de manifestaciones en las que se destroza nuestro patrimonio. Ah, nos olvidamos de las feministas que hace podo pintarrajearon el frente del palacio municipal.
Y, esto está dicho más allá de las banderías políticas, porque lo que rompen pertenece a TODAS, TODOS y “TODES”, como dicen algunos díscolos que reniegan “al ñudo”, de la belleza de la cultura castellana.
