Las historias de la guerra siguen saliendo a la luz, como la de los argentinos que engaΓ±aron a los ingleses durante el conflicto utilizando caΓ±os de PVC que simulaban caΓ±ones
Esta historia es relatada por el coronel retirado Oscar Minorini Lima, que estuvo a cargo de la CompaΓ±Γa de Ingenieros 9, integrada en un primer momento por unos 130 hombres, entre jefes, suboficiales y soldados, que desembarcaron el 2 de abril de 1982 en BahΓa Fox, en la isla Gran Malvina.
los integrantes de mi compaΓ±Γa tenemos una cita de honor en el mes de octubre cada aΓ±o, cuando nos reunimos en alguna parte del paΓs a celebrar que todos volvimos vivos de MalvinasΒ», dice Minorini Lima
Al veterano, master en sensores remotos y especialista en interpretaciΓ³n de imΓ‘genes, se le ocurriΓ³ una idea durante la guerra que protegiΓ³ del fuego inglΓ©s a sus subordinados.
Β«Todas las maΓ±anas un aviΓ³n fotogrΓ‘fico de exploraciΓ³n inglΓ©s nos tomaba imΓ‘genes. Como soy fotointΓ©rprete, yo sabΓa lo que buscaban. En la estancia donde estΓ‘bamos alojados habΓa un galpΓ³n lleno de caΓ±os de cloacas de PVC negros y se me ocurriΓ³ utilizarlos para simular caΓ±ones ya que no contaba con artillerΓaΒ», recuerda el militar retirado.
De esta manera, armaron una posiciΓ³n de defensa con piezas de artillerΓa simuladas que, todas las noches, era bombardeada por los ingleses, mientras los integrantes de la compaΓ±Γa se encontraban a resguardo, muy lejos de ese lugar.
Cada maΓ±ana, reparaban los daΓ±os de la noche, reponΓan las piezas de artillerΓa, rellenaban los tambores con combustible para que explotaran ante las bombas inglesas, cambiaban las posiciones de los tubos de PVC y cubrΓan todo con redes de enmascaramiento. Β«Eso nos salvo la vidaΒ», asevera con convicciΓ³n.
Β«SegΓΊn datos ingleses, recibimos mΓ‘s de 3.000 caΓ±onazos y, gracias a los blancos simulados, volvimos sin bajas, solo con dos heridosΒ», seΓ±ala orgulloso de su regimiento que, en un principio, contaba con 130 hombres, pero se fue incrementando hasta llegar a mΓ‘s de 200, con sobrevivientes que llegaban de otras posiciones.
Sobre el dΓa de la rendiciΓ³n, recuerda: Β«Me llamaron por radio desde Puerto Argentino y me dijeron que al dΓa siguiente debΓa presentarme en una fragata inglesa para coordinar el regreso al continente, con todo nuestro equipo y armamentoΒ».
Cuando se presentΓ³ ante los militares ingleses, le preguntaron si tenΓa heridos entre sus filas para enviarle apoyo sanitario. Β«Cuando les dije que no, se sorprendieron y me dijeron: ‘ΒΏlos bombardeamos durante todas las noches y no tienen heridos?’. No lo podΓan creerΒ», recuerda.
Minorini Lima continΓΊa el relato: Β«Entonces, el militar inglΓ©s me pregunta: ΒΏpero al menos le destruΓ los caΓ±ones? Cuando le contΓ© que no tenΓa artillerΓa y que eran caΓ±ones simulados, puso una cara de asombro increΓble, y enseguida llamΓ³ al oficial de artillerΓa a cargo del bombardeo de todas las noches para que le contaraΒ».
«‘Lo que le costaron a la Reina esos caΓ±ones!Β», le dijo el oficial, entre risas y el asombro de los militares ingleses por la picardΓa de los argentinos.
Los integrantes de la CompaΓ±Γa de Ingenieros 9 se encuentran todos los aΓ±os, para el feriado del 12 de octubre, en algΓΊn punto del paΓs como una Β«cita de honorΒ»
Β«Fueron soldados de fierro. Se aguantaron 3.000 caΓ±onazos y no aflojΓ³ ningunoΒ», remarca Minorini Lima, en un aniversario Β«doloroso y especialΒ» mientras revisa fotos de los dΓas en las islas que lo marcaron para siempre
