El 5 de mayo será el Día de la Celiaquía: entre la visibilización y el ruido diagnóstico

Cada 5 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Celiaquía. En un escenario donde las intolerancias alimentarias y los cambios de paradigma en la nutrición están en auge, vale la pena volver a mirar con lupa esta condición autoinmune que, pese a ser más conocida que décadas atrás, a veces queda diluida en el mar de los diagnósticos emergentes como la sensibilidad al gluten no celíaca o la moda de las dietas “gluten free”.

Por Lic. Candy Jacquelin, Nutricionista especializada en Salud integrativa, Medicina Ayurveda y Fertilidad

La celiaquía no es una elección ni una moda: es una enfermedad autoinmune crónica, con base genética, en la cual la ingesta de gluten –una proteína presente en trigo, cebada, centeno y avena (esta última en muchos casos por contaminación cruzada)– genera una reacción inmunológica que daña las microvellosidades intestinales. Este daño afecta la absorción de nutrientes esenciales, y con ello, compromete múltiples aspectos de la salud, incluyendo la fertilidad.

En el ámbito de la medicina reproductiva, es crucial considerar el diagnóstico celíaco como parte del abordaje integral de pacientes con infertilidad inexplicada, abortos recurrentes o trastornos hormonales. No es raro encontrar celiaquía silente o con sintomatología atípica en personas en edad fértil, y su diagnóstico puede ser un antes y un después en los tratamientos.

Hoy, con mayor acceso a estudios y una conciencia más abierta a lo alimentario, muchas personas llegan a la consulta sospechando tener “problemas con el gluten”. Sin embargo, no toda intolerancia implica celiaquía. Y es aquí donde la visibilización debe ir de la mano con la rigurosidad: confundir términos o relativizar la condición puede llevar a subestimar la gravedad del cuadro celíaco. Un mínimo contacto con gluten –una contaminación cruzada en una cocina, una etiqueta mal leída, un error humano– puede tener consecuencias severas: diarreas crónicas, desnutrición, anemia, osteoporosis, y en algunos casos, complicaciones neurológicas, hepáticas o incluso linfomas intestinales.

La dieta libre de gluten en personas celíacas no es una tendencia sino un tratamiento médico de por vida. Y aunque hoy es más accesible encontrar productos aptos, aún persisten desafíos: la trazabilidad, el alto costo, la socialización en eventos o comidas compartidas, la educación del entorno. Todos estos factores deben ser considerados también en el acompañamiento emocional y nutricional de quienes viven con esta condición.

Como profesionales de la salud, y especialmente en contextos tan sensibles como los de la fertilidad, el llamado es a seguir afinando la escucha clínica, comprender los matices de los diagnósticos diferenciales, y sostener la importancia de una dieta estricta, segura y sin gluten para quienes verdaderamente la necesitan.