Se trata de una noticia de nivel mundial. Se llama Christian, es un inventor de 86 años de edad e inventó un casco antibalas y antifragmentario con materias primas nacionales. Se trata de una noticia de nivel mundial, dado que no se necesita de las fibras de Keblar americano ni Twaron alemán para detener proyectiles de grueso calibre y fragmentos de acero.

Christian Valls es un reconocido desarrollador de cascos para motociclistas, de hecho desde hace décadas ha provisto a las fuerzas de seguridad provinciales y a las Fuerzas Armadas argentinas de sus NA helmets (Cascos Nación Argentina), por lo que su amplia experiencia en la materia lo llevó a inventar un casco que es capaz de detener proyectiles de gruesos calibres perfectamente, según las normas internacionales que utiliza la OTAN, por ello, desde nuestro país se puede exportar este tipo de producto, netamente argentino.


Valls en su taller de investigaciones logró dar con las fibras exactas que pueden reemplazar al Kevlar y el Twaron, con otra amplia ventaja, que los NA helmets no tienen vencimiento, a diferencia de las conocidas fibras aramídicas extranjeras, que vencen a los cinco años. Por lo que el valor de los NA helmets se amortiza perfectamente por parte de cualquier fuerza de seguridad interna y los ejércitos, dado que en lugar de tener que recambiarlos cada lustro con estos elementos de seguridad argentinos superan las tres o cuatro décadas de prestación de servicios.



Los primeros NA helmets antibalas fueron presentados dos años antes de la Guerra de Malvinas, pero en ese momento no tuvieron la esperada recepción por parte de las autoridades del Ejército, aunque el 3 de abril de 1982, apenas un día después de la recuperación de las Islas Malvinas fue convocado a las 7 de la mañana al Edificio Libertador, para que proveyera a las Fuerzas Armadas de esos cascos de los que habían sabido en 1980, y a contra reloj este inventor puso manos a la obra, con una inversión propia, y presentó una tanda de casos antibalas, justo el mismo día en que se firmó el cese el fuego en el conflicto del Atlántico Sur. Por lo que esos cascos no fueron utilizados.


Hubo un tiempo de meditación por parte de Christian Valls, y en 2003 comenzó a mejorar al NA helmets antibalas que ya cumplía con aquellos requerimientos de detención de munición 9×19 mm, desarrollo que también lo hizo con inversión propia. Aunque, con la sumatoria de nuevas características respecto de las normativas de la OTAN, que fueron ampliadas y hablaban de la detención no solamente de proyectiles de gruesos calibres sino además de una capacidad antifragmentaria, por lo que tras múltiples ensayos en la entonces CITEFA (Centro de Investigaciones Tecnológicas de las Fuerzas Armadas) Christian Valls logró dar con el objetivo deseado, superar todas las exigencias internacionales para garantizar salvar vidas de nuestros soldados, por lo que realizó un informe con las conclusiones.

Ya en 2009, con todas las certificaciones de los ensayos realizados, con todos los cascos baleados como muestras fidedignas de los proyectiles que eran capaces de detener, con los ensayos pormenorizadamente realizados en las líneas de tiro de CITEFA (ahora CITEDEF) con los fragmentos de acero disparados a 621 metros/segundo, los que también fueron inmovilizados por las fibras nacionales. Pero, curiosamente, el proyecto fue cajoneado por la entonces Ministra de defensa Nilda Garré, sin explicación coherente alguna. Por lo que se presume que habría en ese entonces un mayor interés por la compra masiva de cascos al exterior, a pesar de que ese tipo de material vence cada cinco años. ¿Por qué entonces rechazar un casco nacional, y por sobre todo sin vencimiento?

Hoy por hoy, con los nuevos vientos del manejo a nivel nacional, y ante la sugerencia del periodista Osvaldo Cabral como responsable de Relaciones Institucionales de NA helmets, se reactivó el proyecto, y se comunicaron todas estas novedades al área de Seguridad de la Ministro Patricia Bullrich y en el ámbito de Defensa del Ministro Luis Petri, por lo que ya se mantuvieron reuniones en las que se exhibieron los cascos antibalas y antifragmentarios, los que perfectamente y sin ánimo de lucro por parte de Christian Valls, dado que solo desea transmitir su conocimiento, los NA helmets (del mismo modo que las placas antibalas para vehículos blindados) pueden fabricarse en dependencias del Ejército Argentino, y hasta exportarlos, por lo que en breve habrá más novedades a nivel mundial.
Se trata de otro invento argentino.
