Por alguna razón que solo ellos justifican, vecinos del barrio Esperanza cerraron las calles de ingreso y egreso de esa locación en zona rural, la que queda ubicada en las afueras de la ciudad de Luján, en el límite con el Partido de San Andrés de Giles, muy próximo a las cabinas de peaje. Ya que pusieron, en contra de lo que opinaban otros vecinos, una portada, tranquera o cierre de las calles. Por lo que eso agrega inseguridad al lugar, muy por el contrario a lo que buscan.
Sin una autorización específica de las autoridades municipales, algunos vecinos del barrio Esperanza decidieron cerrar las calles del barrio rural, una locación alejada de todo centro urbano que fue víctima de la inseguridad, pero la protección de la integridad física delos vecinos no pasa por cerrar las calles sino por tener mayor vigilancia en la zona.
¿Qué pasa si un vecino tiene una urgencia familiar y necesita salir del barrio en un auto, y olvida las llaves del candado, o esta cerradura es bloqueada por los ladrones, justamente para que alguien al querer abrirla pierda tiempo debajo de su auto y así asaltarlo?
¿Son los vecinos que colocaron esta tranquera, portada o cierre de las calles los que se hacen cargo de garantizar la vida, y los perjuicios ocasionados, de cualquiera que en el lugar tenga que descender de su vehículo para abrir el candado?
Es decir: ¿La municipalidad de Luján permite que cualquiera convierta una locación en un barrio cerrado, argumentando problemas de inseguridad?
Podemos entender que tengan una preocupación manifiesta por la seguridad en la zona ante algunos hechos delictivos que ocurrieron, pero ¿convertir el lugar en un barrio cerrado? nos parece mucho. Ya que en todo caso, si se sienten más seguros de vivir en un barrio cerrado bien podrían pagarse un terreno y construir una casa en un lugar así. Porque de hecho y hasta donde sabemos algunos lugareños por su nivel de vida bien podrían hacerlo, aunque eso sea a costa de poner en riesgo a todo el resto ¿no?
Se desconocen las medidas que pudieren tomar las autoridades municipales con relación a este tema, ya que incluso si por alguna razón la policía y los bomberos o las ambulancias del hospital tienen que asistir de urgencia, no pueden hacerlo con celeridad, ya que tienen esos cierres de calles que de entrada o salida complican cualquier movimiento.
Recientemente en horas del atardecer un vecino descendió de su vehículo para abrir el candado de la portada, y su esposa desde el interior del vehículo vió como una persona desde la ruta, con una capucha cubriéndole la cabeza y con una mochila al hombro cruzaba y se dirigía hacia ellos, por lo que avisó a su marido, quien se dirigió al auto y tomó un arma de fuego, lo que provocó que quien caminaba hacia ellos comenzara a correr hacia un auto que lo estaba esperando.
En conclusión, se trataba de delincuentes que estaban al acecho de los incautos vecinos que no pudieran defenderse. Ya que luego de pensar un poco estos vecinos recordaron haber visto al auto que se disminuía la velocidad y se detenía más adelante, mientras ellos avanzaban hacia la portada. Por lo que dedujeron que desde la ruta los ladrones los habían visto, y decidieron robarles cuanto tuvieran que bajarse del vehículo para abrir la portada. Ésta, es la demostración que quienes roban son personajes de la zona de Luján y San Andrés de Giles, o de la región, que conocen como son los movimientos de los vecinos y recorren las rutas e ingresan a algunos barrios, viendo qué fechorías pueden realizar. De hecho han robado viviendas cuando los propietarios no están. Así que andan dentro de los barrios sin ser detectados, cometiendo delito o pasando datos a quienes luego ponen manos a la obra en lo ajeno. Por lo que queda demostrado que, lo que se necesita es más presencia policial, y no portadas que traban las entradas y salidas a todos los vecinos como si estuvieran dentro de una ratonera.
Estaremos atentos a lo que ocurre con esta portada, porque podría ser entonces el inicio de la reconversión de los barrios más populosos de nuestra ciudad en barrios cerrados, en los que todos podamos entonces alambrar y poner tranqueras con candados, con tal que delincuentes de otros barrios nos vengan a robar, ¿no?
Preguntamos nuevamente: ¿LOS VECINOS QUE COLOCARON ESTAS TRANQUERAS CON CANDADO SIN AUTORIZACIÓN DEL MUNICIPIO, EN VEZ DE IRSE A VIVIR A UN BARRIO CERRADO DONDE TENDRÍAN MÁS SEGURIDAD, (SEAN DUEÑOS DE UNA GRAN FERRETERÍA O NO)… SE VAN A HACER CARGO DE LOS PERJUICIOS ECONÓMICOS Y DE SALUD QUE PUDIEREN PADECER SUS CONVECINOS?… Ya que evidentemente no solo se corre un riesgo en lo material sino que evidentemente terminan exponiendo las vidas de todos y cada uno de los que viven en el barrio Esperanza, que perdieron lo más importante, la libertad.
